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23 ene 2010

¿Para qué crear un blog?




Ayer que hice el release de Ius Politicum, el día me trajo varias sorpresas, unas muy satisfactorias, como la visita de un entrañable amigo de Rusia, de Novosibirsk para ser más exactos, que me hizo pensar en las increíbles posibilidades que tiene la navegación metódica e informada en Internet. Supongo que éste podría considerarse como “just the beginning of a long friendship” con mi nuevo amigo "novosibirskiano" (?) quien, sin lugar a dudas, aterrizó en el site atraído por la entrada de inauguración (Acta de Nacimiento) y las reflexiones que allí se hacen en torno a la inter, la multi y la transdisciplinariedad, que tanto necesita Vladimir Putin en este momento para “disciplinar” mejor a su mascota Medvedev, o  algo similar.


Y otras sorpresas algo inquietantes como la pregunta de una amiga: ¿para qué te sometes al “suplicio” de escribir y alimentar todos los días un blog?, ¿acaso no tienes ya suficiente con el fardo de tu tesis doctoral? Pues bien, como justificar y justificarse es uno de los deportes más practicados en el mundo, y como lo que empieza mal termina mal y lo que empieza bien también suele terminar muy mal, pero por lo menos empezó bien; y como “árbol que crece torcido no hay quien lo enderece” y el que crece derecho es aún más probable que se tuerza (porque lo torcido, torcido ya está), y como, en fin, tengo problemas con la “sabiduría” en general,  pero con la “popular” en particular… Lo que quiero decir es que quiero (interesante construcción) arrancar bien el segundo día de vida de mi blog, escribiendo algún post, por trivial que parezca. Voy entonces a exponer someramente las “razones” fundamentales por las cuales uno se inventa un blog.



Uno crea un blog:





1.    Para poder escribir en algún momento un post explicando para qué crear un blog.
2.    Para volverse un ocho instalando en él gadgets ultrasofisticados que monitorean las visitas internacionales y lo ponen luego a descifrar gentilicios de los lugares más remotos del planeta (¿novosibirskiense?, ¿novosibirskeño?)
3.    Para cultivar el sagrado vicio de escribir.
4.    Y también para “pulirlo”, si la naturaleza y el medio ambiente lo permiten. Es decir, a ver si algún día llega a escribir, a pesar de ser abogado, algo decente: “Nada es suficientemente importante para que no importe como está escrito” (Nicolás Gomez Dávila, Sucesivos Escolios).
5.    Para dar de qué hablar. Soy un hombre generoso. Me gusta “dar”.
6.    “Para que me quieran más mis amigos”. Ah no, verdad que eso lo dijo fue Gabo cuando le preguntaron para qué escribía. Tan tierno Gabo, ya senil.
7.    Para que los enemigos lo odien más. Seguro alguien ya lo dijo también.
8.    Para crear una base de datos personal y pública de los “oasis” y “pozos sépticos” (próxima “sección” a crearse) virtuales que uno visita a diario para informarse.
9.    Para “exhibirse”, es decir, “por exhibicionista”, claro.
10.Para por fin figurar en el catálogo internacional de algo. Como por ejemplo el Catálogo Internacional de Blawgs.
11.Para que todo el mundo lo lea pero nadie le comente los posts.
12.Para ofender a unos y hacer reír a otros.
13.Para “luchar contra el sistema opresor”.
14.Para divertirse, por supuesto.
16.Para hacerse a un amplio catálogo de amigos (y enemigos) virtuales, porque los reales se vuelven aburridos.
17.Para neutralizar el ostracismo intelectual en que se puede convertir un proyecto doctoral. Llevo cinco años por fuera del país, los dos últimos inmerso en el proceso de construcción de una problemática y un plan de tesis, y recientemente en el de su redacción, algo para mí muy similar a la escritura de una “novela”, salvo que bajo rituales muy especiales, los de una “novela científica”, que es lo que en últimas viene a ser una buena tesis. En suma, pienso que hay dos formas de hacer una tesis doctoral: la primera es  encerrándose en la biblioteca con los demás ratones y un arrume infinito de libros y artículos hasta lograr “crear” o “descubrir” algo, en un proceso cerrado y casi mágico; o incluso sin libro alguno, metodología tal vez reservada para grandes genios como Nietzsche, que se preciaba de no rodearse de nada ni nadie en épocas de profundo trabajo: “Hay que evitar en lo posible el azar, el estímulo venido de fuera; un como emparedarse dentro de sí forma parte de las primeras corduras instintivas del embarazo espiritual. ¿Permitiré que un pensamiento extraño escale secretamente la pared? Y esto es lo que significaría, en efecto, leer... “ (Ecce Homo). Y la segunda es “abriéndose” a diversas influencias y actores, en un modelo de aprendizaje y trabajo colaborativo cercano al que rige varios proyectos globales actuales de importancia (Wikipedia, Open Source Software, análisis de políticas públicas, etc.) para enriquecerse por medio de la intersubjetividad y la intertextualidad, la crítica y las opiniones de otros. Así pues que “me les abro”, no para irme, sino para que me den feedback sobre lo que sea que pueda resultar útil en mi investigación sobre los procesos de “Parlamentarización y racionalización de los regímenes políticos latinoamericanos”. 




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4 Comments:

Alberto Bovino said...

Buen día Don Fernando, un gusto encontrar su enlace y leer esta entrada. Muy buena y disparadora. Me acaba de dar una buena pista sobre un problema que me estaba dando vueltas en la cabeza.

Me encantaron las razones 4, 7 y 17. Admiro su paciencia para poner los hipervínculos, son realmente útiles, y muchas veces no tengo paciencia para ponerlos.

Saludos,

AB

Gaviota said...

Fernando,

Gracias por la invitación. Ya me suscribí por RSS (creo que faltó esa razón: Para contar cuantos suscriptores de RSS tengo), y estoy seguro que si sigue siendo así de bueno y satírico, no permitiré que la razón 11 se cumpla demasiado seguido.

Felicitaciones por la iniciativa, y bienvenido a esta locura...

Nicolás Polanía Tello said...

Faltó la razón de Borges, quien publicaba "para dejar de corregir el texto"...

José Fernando Flórez said...

Gracias Bovino y Gaviota por los generosos comentarios. Centrémonos en el punto 14, para honrar a Montaigne: "No hago nada sin alegría". Alegría entonces.

Pola: muy oportuna la razón del omnipresente Borges, claro. Estoy deslumbrado con la pluma de Alzate Avendaño, en algún momento escribiré algo al respecto pero desde ya te invito a que te me adelantes. Este espacio está disponible.

Saludos.