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30 ene 2010

Hay Festival 2010. Entrevista a Vargas Llosa.

Genial pero modesto y disciplinado: “yo quiero ser buen escritor”, dijo hoy el mejor de los que hay en Latinoamérica. Tan agudo e incisivo como elegante y cortés. Soñador pero mundano, en su primera acepción: “perteneciente o relativo al mundo”, o “aterrizado”, diríamos. Arriesgado pero no fanático, realista mas no pesimista: “yo creo en el progreso”. Preciosista en el estilo pero transgresor con sus contenidos y su personalidad, rica en matices: literato, periodista, candidato a la presidencia del Perú, activista y defensor de la libertad y la democracia, estudioso y apasionado de la historia, en una palabra: lúcido. Mario Vargas Llosa es, además de un gran escritor, un pensador. Hoy nos dio a los asistentes al Teatro Pedro de Heredia una lección de grandeza artística e intelectual. Y Héctor Abad, el entrevistador, estuvo a la altura, a la altura del más alto. Aquí algunos de los apartes de mayor esplendor:

“Creo que la disciplina nació de una comprobación un poco deprimente y es que yo carecía de inspiración, de esa fuerza milagrosa que baja de alguna parte, se apodera del escritor y hace que escriba en estado de trance. Eso a mí no me ocurre. Yo la inspiración tenía que creármela a base del esfuerzo, del trabajo, de corregir, de rehacer las primeras versiones de todo lo que hacía, que sentía que eran muy malas, que ahí no había vida, que eran palabras muertas. Entonces tratar de suplir esa falta de inspiración a  base de trabajo, fue lo que me convirtió en un escritor disciplinado”.

”Aprendí a leer a los cinco años y es la cosa más importante que me ha pasado en la vida. Recuerdo cómo se enriqueció el mundo, la vida, gracias a esa operación mágica que es aprender a descifrar esas palabritas y entrar a vivir en un mundo mil veces más rico, más diverso, más aventurero, más inesperado, pero también más coherente y más comprensible que el mundo real. Para mí la lectura fue algo verdaderamente milagroso y gocé tanto sumergiéndome en esa operación que me permitía viajar en el tiempo, en el espacio y tener unos destinos tan deslumbrantes”.

”La atracción del abismo. La política muchas veces es un territorio privilegiado para los rufianes, pero no hay que sacar de allí conclusiones aristocráticas. La política es de rufianes pero los caballeros no deben darle la espalda. Si la gente decente debe apartarse de la política, si los inteligentes no deben hacer política pues van a hacerla los mediocres y los deshonestos”.
“No hay otra manera de mejorar la sociedad y el mundo en el que vivimos sino a través de la acción cívica y eso significa hacer política. Y mientras más gente decente pueda hacer política pues más se adecentará la política. No podemos jugar a la avestruz ni hacer ese tipo de desplantes un poco cínicos que muchas veces le encantan a los escritores. La política es una cosa importante, seria y hay que tratar de erradicar a los rufianes del mundo de la política”.

Podemos ser intransigentes en materia estética. En poesía, en novela, la imperfección no es aceptable, en ningún caso. En política eso es imposible. Quienes creen que pueden alcanzar la perfección en política son sordos, fanáticos. Y el resultado de eso no es la perfección sino siempre la catástrofe, el cataclismo, la guerra civil, la matanza, la dictadura. Entonces en política hay que aceptar el hacer concesiones, sin perder de vista el objetivo final, pero aceptar la realidad, la complejidad que es tratar de crear consensos en las personas, y eso es la democracia que, a mi juicio, es el menos malo de todos los sistemas, es el que ha frenado más la violencia (que forma parte de la naturaleza humana), la que ha creado las sociedades más avanzadas y más prósperas, las menos inhumanas. Creo que la democracia significa eso: transigencia, tolerancia. Y a los artistas, a los creadores no les gusta esa “mediocridad” que significa la democracia y por eso suelen ser mucho más revolucionarios que demócratas”.

”En lo que se refiere a la política, desde muy temprano en mi vida contraje un horror visceral contra el autoritario, contra el hombre fuerte, contra el dictador, y fue por una experiencia muy personal, porque tuve una relación muy mala con mi padre, un hombre muy autoritario. Para mí fue traumática esa experiencia, descubrir a mi padre a los diez años fue descubrir la autoridad, yo desconocía eso y era una autoridad que se imponía con mucha fuerza, incluso con brutalidad. Y creo que desde esa época hay en mi un rechazo visceral a esa cosa autoritaria, de imponerse por la fuerza, a dominar, a mandar, a humillar. Entonces no creo que hubiera podido ser nunca un fanático. Ahora, en mi propio trabajo, una dosis de fanatismo yo creo que es inevitable. Si uno quiere sacar adelante una obra literaria se enfrenta con enormes dificultades y obstáculos, la única manera es creer ciegamente en lo que pretende hacer e insistir, y poner al servicio de eso todo lo demás. Hay un egoísmo enorme en dedicarse de esa manera a un trabajo creativo”.

”Siempre he creído que la literatura es muy importante, y no sólo por el placer que nos depara un gran libro, que desde luego  es enorme. Creo que es algo más. Hago un examen de conciencia y me pregunto cómo hubiera sido mi vida si no hubiera leído a Flaubert, a Faulkner, a Joyce, si no hubiera leído a todos esos escritores que me han enriquecido tan extraordinariamente la vida. Pues mi vida hubiera sido infinitamente más mediocre, más triste, mucho más limitada en perspectivas, mis deseos hubieran sido mucho más pobres seguramente. La literatura despertó en mí unos apetitos que probablemente hubieran quedado estragados sin la ayuda de los grandes creadores. Creo que ese espíritu crítico que tengo respecto a mi entorno, respecto a mi tiempo, es algo que nace como consecuencia de las muchas ideas que la literatura me dio. Entonces, yo sí creo que la literatura es un alimento fundamental para que nosotros vivamos mejor, para que nuestras sociedades funcionen mejor. Creo que la literatura no es, como han llegado a creer en nuestro tiempo muchos escritores, un simple divertimento, de altísima calidad, pero un divertimento. No, yo creo que hay  algo esencial en el progreso humano que deriva de esa necesidad que hemos tenido, desde el principio de los tiempos, de inventar historias, de inventar una realidad paralela a la realidad en la que vivimos, de refugiarnos en esa realidad, porque esa realidad en la que estamos inmersos no nos da todo lo que quisiéramos, no es capaz de aplacar todos nuestros apetitos, deseos, ambiciones. Y creo que de eso ha provenido en buena parte el desenvolvimiento humano. Si hubiéramos desde el principio tenido una sociedad sin historias, sin literatura, tal vez no hubiéramos salido nunca de la caverna".

“La literatura a veces nace del fango. El fango produce algo bellísimo de pronto. Hay escritores que hay que leerlos pero no conocerlos, desde luego no preguntarlos. Qué maravilla si todos los grandes escritores fueran hombres buenos, sanos, ejemplares, llenos de virtudes. No, la realidad humana no es eso. Una muy mala persona puede producir obras  extraordinarias. Una magnífica persona, que te seduce por su generosidad, por su limpieza, por su coherencia, luego la lees con gran entusiasmo de entrada, y descubres que es un mal escritor. Cuánto quisiéramos que esos escritores que queremos como personas, que admiramos, fueran grandes escritores. A veces lo son , pero a veces son muy malos escritores, y ¡qué tristeza! Y en cambio un canalla, inaguantable, de pronto escribe una obra maestra y nos entristece, porque bueno, eso somos, esa es la realidad humana, la condición humana, por eso no hay que juzgar a la literatura por la biografía de los escritores, y a veces la biografía pues nos explica cosas. Una cosa es la literatura y otra cosa son los que la producen”.

“Yo creo en el progreso. Creo que hoy en día vivimos mucho mejor que hace mil años. La sociedad ha evolucionado, ha progresado, y creo que uno de los grandes instrumentos del progreso humano ha sido la política. Si uno ha leído un poco la historia sabe toda la barbarie que nos precede. Todavía vivimos en un mundo donde hay muchas manifestaciones de barbarie, pero el progreso es gigantesco si comparamos distintas épocas históricas”.

29 ene 2010

Hay Festival 2010. El blog como relato periodístico.


Supongo que al redactar este post decidí hacerle honor al tema de la primera de las conferencias del Hay sobre la que les voy a hablar, donde se dijeron cosas muy interesantes, algunas que comparto y otras que no.
Según la información ofrecida por Technorati, en la actualidad hay 130 millones de blogs registrados, los cuales por supuesto no están todos activos. Es más, la mayoría de estos blogs sospechamos que ya cumplieron su “ciclo vital”, es decir que nacieron, se “reprodujeron” (seguro Ius Politicum es el hijo ilegítimo de varios de ellos) y “murieron”, aunque permanezcan en la “blogósfera”  o “blogalaxia”, como la llama el francés Francis Pisani, brillando como estrellas encendidas e inmóviles, que ya no titilan.

La prueba reina de que el blog es un “nuevo medio” de comunicación que goza de cierto prestigio es que hoy nutre los espacios tradicionales más importantes de difusión de noticias, pues casi todos los periódicos o revistas grandes y serios lo han incorporado como herramienta adicional al periodismo tradicional, por la sencilla razón de que aumenta el tráfico de lectores.
El nacimiento y éxito del blog se enmarca dentro de un fenómeno global de pérdida de importancia del soporte y aumento de protagonismo del contenido. Ahora no importa tanto el medio físico de distribución, el papel, las ediciones o el tiraje de algo, sino su contenido  y su difusión, que se cuenta, en los medios virtuales, en términos de “visitas” o tráfico de cibernautas. Este debate se desdobla además en el de la progresiva sustitución del soporte físico por el virtual, del libro por el e-book y del papel por los e-book readers (Kindle, Nook, iPhone, iPad, etc.).
Para Mario Tascón (España), uno de los autores de 233grados, el blog hoy conoce una etapa de decaimiento y su pertinencia está revaluada a causa del boom de redes sociales como MySpace, Facebook y Twitter. Esta afirmación la encuentro desafortunada pues estos últimos son medios más de “difusión de contenidos” que de creación de los mismos. Lo confirma mi experiencia personal, ya que primero tuve Facebook, luego Twitter y, justamente ante los límites  de estas redes para la creación de contenidos (las “notas” y los “Facebook status” son espacios muy limitados), me sedujo la posibilidad de un blog. De otra parte, el desarrollo de nuevas aplicaciones por parte de Facebook para enlazarse y difundir todo tipo de contenidos (“My stuff”, especialmente) y de una utilidad específicamente diseñada para los blogs (NetworkedBlogs), es un reconocimiento explícito de la importancia del blog como medio autónomo y de sus enormes posibilidades que, en muchos aspectos, desbordan las del propio Facebook. En suma, se trata de herramientas distintas y complementarias.

Algunas notas características del blog como herramienta de comunicación son la naturaleza ágil de las entradas (ya sé que hasta ahora no le he hecho mucho honor a esta cualidad en Ius Politicum con algunos posts de extensión que he publicado, pero procuraré en adelante hacerlo) y la posibilidad del diálogo por medio de los comentarios: el blog es un espacio mucho más fluido y abierto que el medio periodístico tradicional, pues le permite al público comunicarse con el autor, hace sus relaciones mucho más personales, y en esta medida supera la noción tradicional de periodismo “objetivo”, y del periodista como abstracción para convertirlo en autor muy humano, accesible por el público y con emociones muy personales. Un blogger debe, además de pensar, sentir.

Para el francés Pisani, algo esencial para la noción de blog es el desarrollo de una “voz”, pues de lo contrario estamos en presencia de un website tradicional, o con cualquier otra función, pero no de blog. Sobre este punto considero que efectivamente el blog, en principio, debe adquirir un tono muy personal, el del autor, algo que le dé identidad y lo distinga de los otros espacios, lo cual sin embargo no es óbice para que desarrolle otras funciones, y pienso que es bueno que lo haga: especie de “base de datos” o directorio  de los sitios y fuentes que el blogger visita y consulta con frecuencia; “biblioteca virtual” con los textos y contenidos de otros que, en razón de su interés para el auditorio del blog, el blogger decide compartir; archivo personal de artículos, columnas, fotos, videos, pdf’s, etc.
La transformación de blogs o websites en libros ha mostrado ser exitosa en algunos casos (Stuff White People Like), pero también problemática en otros por las dificultades de adaptación al nuevo medio que plantea.

Hasta aquí me alcanzaron el tiempo, la memoria y la velocidad con el teclado. Los dejo porque me voy para la Gala de Poesía.

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27 ene 2010

Hay Festival 2010. Mirada retrospectiva.





“La primera vez fue por amor, la segunda vez fue por la amistad (y la rumba), esta vez sí es por la literatura”. Parodiando el inolvidable trailer de Rambo III, ésta sería una buena introducción para mi tercer Hay Festival.


En 2008 fui con mi novia y nos instalamos en una burbuja de la que ni la literatura, ni la tentación bohemia, lograron sacarnos, salvo esporádicamente. De los pocos eventos a los que asistimos en este Hay nunca podré olvidar la entrevista en el Pedro de Heredia a Joaquín Sabina, ese dios del inframundo al que le bastó una línea, e incluso una sola palabra, para deslumbrar (o hacer palidecer) al auditorio con sus respuestas:


--Señor Sabina: ahora que nos cuenta que dejó definitivamente la cocaína, ¿qué le puede decir a la juventud al respecto?, ¿qué siente cada vez que piensa en esa época de su vida?---pregunta, micrófono en mano, una señora de edad entre los espectadores.


--Nostalgia.


--Señor Sabina: nos acaba de contar sobre su estrecha relación con las prostitutas a lo largo de su vida, su casi admiración por ellas, ¿qué pensaría si sus dos hijas, Carmela y Rocío,  decidieran seguir esta profesión?---pregunta la misma mujer.


--Es que ellas ambas son putas señora, como su padre-- Joaquín ya había aconsejado a sus hijas en otra entrevista, con envidiable lucidez, que no se echen un novio como yo. Y que lean, y así nunca estarán solas”.


El mismo día en que llegamos, por la noche, el taxi que nos conducía a Juan del Mar para cenar casi choca contra la humanidad (vestida, aclaro) de Efraím Medina. Sin embargo, su generosa invitación a una fiesta que prometía durar más de un día se vio frustrada por la irrompible burbuja pues mi novia, a quien él ante mi cara de estúpido defirió la decisión (era claro quién mandaba), efectivamente “decidió” que mejor nos íbamos a comer (al restaurante, aclaro). Con Efraím nos habíamos cruzado el año anterior (también vestidos, aclaro) en el lobby de Las Américas (ese horrible lugar donde te sirven el Martini en vaso desechable) por una de esas felices casualidades que espero que se repitan.


Moralejas del Hay Festival 2008:
1.Estar enamorado consiste, básicamente, en tener cara de estúpido, perder la fuerza de voluntad y perderse las mejores rumbas. 
2.Existe una relación íntima entre la droga y la nostalgia, y otra entre la prostitución, las hijas y la lectura (lo dijo Sabina, no yo).


En 2009 volví con la sana intención esta vez sí de aprovechar la riqueza literaria del festival. El resultado no pudo ser mejor:
  1. La entrañable amistad de Samuel, Tirso, Sergio, Libardo, Diana y Ana Margarita quienes, junto con mi primo Jaime, ahora conformamos el orgulloso “parche Hay”, de renombre internacional e imprescindible para el éxito del festival.
  2. La amistad de Lalita, a quien le escribí un soneto.
  3. El privilegio de haber asistido al peor conversatorio concebible sobre una de mis grandes pasiones, “El aforismo: chiquito pero matón”, se titulaba en forma ridícula pero precisa el adefesio: de este show animado por el pseudoaforista Juan Gossaín salió la inspiración para el texto “Ese miedo a desplomarse con todas las palabras”, que no sería mala idea volver a publicar por estos días en Ius Politicum.
  4. Las largas e inolvidables noches de Quiebracanto y Havana.
  5. Los amaneceres en nuestra terraza del Hotel Casa Peter.
  6. La lectura de Fernando Vallejo sobre “los crímenes del cristianismo”, su calidez personal y tez infantil que contrastan en forma inverosímil con la inclemencia de la pluma que le ha valido el título de “Maestro de la injuria”, y un ejemplar autografiado de “La tautología darwiniana”.
  7. También uno de la recopilación “Poesía” de William Ospina, que me dedicó “en la esperanza de que la poesía se encuentre agazapada en alguno de estos versos” (y sí que lo estaba).
  8. La Gala de Poesía, donde el encanto de la poeta libanesa Joumana Haddad (y su poesía), se veía opacado por el de la lectora en castellano.
  9. La música “explosiva” (¡fuego, fuego!) de Bomba Estéreo.
  10. El concierto en la Plaza de la Aduana de un grupo de nombre raro: “Asian Dub Foundation” (Foundation?! What?!). El Hay se caracteriza por llevar siempre músicos “cultos”, esos de público selecto, tan selecto que nadie los conoce pero con los que una vez allá, por una extraña razón, todos resultan estar familiarizados desde siempre. En cambio yo, que soy inculto por vocación, nunca logro saber de quién se trata y este año no va a ser la excepción, pues ambientan la fiesta los celebérrimos y ecuménicos ¡Manu Dibango! Sí, yo sé que todos los asistentes de este año, salvo yo nuevamente, son fans consagrados de este grupo de “jazz, funk, y elementos tradicionales africanos”, como también sé que en algún momento tendrán que llamar “al” Galy Galiano para por fin bajarle un poco el status al asunto y hacerlo más “incluyente” (así sea solamente por una cuestión de moda, porque ahora lo in es lo “incluyente”).
  11. También, cómo olvidarlo, una interesante discusión en Café Havana con el mejor columnista de Colombia, sobre el escote de la mejor columnista de Colombia (ver foto infra).
  12. Y por último, una resaca como de una semana, muy literaria, a mi regreso a Bogotá.



Moraleja del Hay Festival 2009: Los “encuentros literarios” sólo tienen lugar en la intimidad de la lectura. No así las “fiestas literarias”.


¿Qué nos trae este año? El primer día arranca con una conferencia sobre “El Blog como relato periodístico”, en la que desde luego estaré en primera fila tomando nota de lo que se plantee en torno a este nuevo “oficio” con el que decidí experimentar. Esa misma tarde hay una conversatorio sobre “El placer y oficio de comentar libros”, es decir, la reseña, un verdadero placer y un arte, en mi opinión. También compré boletas el viernes para la tradicional Gala de Poesía; el sábado, para la entrevista que le va a hacer Héctor Abad a Vargas Llosa, legítimo acreedor con el que el Nóbel está en mora desde hace años y de quien espero que me firme su último libro, “Sables y Utopías” (próximo a reseñarse en Ius Politicum); y el domingo para la reflexión sobre “El pensamiento breve”, que tiene que reivindicarse conmigo después del bodrio sobre el aforismo del año pasado.


Moraleja del Hay Festival 2010: ??????

24 ene 2010

Reeleccionismo presidencial en América Latina. Sobre la conveniencia de cláusulas pétreas que lo prohíban.

Resumen
En el contexto del régimen presidencialista, modelo de gobierno históricamente propio de los estados latinoamericanos, la limitación en el tiempo del poder presidencial se erige como el primer paliativo para contrarrestar los efectos del desequilibrio estructural que existe en favor del poder ejecutivo, y prevenir el autoritarismo. Sin embargo, en la última década, las reformas constitucionales que autorizan la reelección presidencial inmediata (e incluso ilimitada en número, como en Venezuela) se han convertido en una tendencia, que hace que los países de la región enfrenten una nueva oleada de autoritarismo en la que la doctrina de los límites materiales a la reforma de la Constitución, y en especial las cláusulas de intangibilidad constitucional expresa (cláusulas pétreas), se perfilan como herramientas indispensables para la salvaguardia de la democracia. El caso colombiano es ilustrativo.

Abstract
In the context of the presidentialist system, model of government historically belonging to the Latin American states, the restrictions concerning the presidential length term and reeligibility, set themselves to be the first palliatives to counteract the effects of structural imbalance which exists in favour of executive power and to prevent authoritarianism. However, in the last decade, the constitutional reforms authorizing the immediate presidential reelection (even without limit in number, as in Venezuela) have become a tendency which forces the countries of the region to confront a new wave of authoritarianism in which the doctrine of the material limits to the reform of the Constitution, especially the clauses of explicit constitutional intangibility (entrenchement clauses), turn into essential tools for the safeguard of democracy. The Colombian case is illustrative.




Defiendo en este escrito varias ideas que pueden resumirse como sigue:


Tesis 1: Desde una perspectiva histórica, la oleada democrática que siguió a la época de las dictaduras militares (Third Wave of Democratization) llegó a su fin junto con el siglo XX. Hoy Latinoamérica asiste a una nueva oleada que he llamado de “autoritarismo democrático”, tanto más peligrosa cuanto que, bajo el disfraz de la democracia meramente electoral y con frecuencia plebiscitaria (Estado de opinión), esconde una realidad acaparadora del poder por parte del ejecutivo que se materializa por medio de artificios mucho más sutiles que el grosero golpe de Estado. De manera paradójica, la sofisticación en los medios de mimetismo del autoritarismo actual hace conceptualmente más difícil combatirlo: los métodos burdos de las dictaduras, si bien en la práctica eran casi insalvables por el uso desmedido de la fuerza física, al menos hacían que teóricamente el desastre democrático fuera fácilmente visible. Los “dictadores postmodernos” se disfrazan mucho mejor.
Tesis 2: El reeleccionismo presidencial inmediato es la expresión primigenia de este nuevo “autoritarismo democrático”, pues es el mecanismo que facilita la permanencia indefinida del caudillo en el poder y permite materializar las reformas idóneas para el desmonte de la democracia material. Se trata de una práctica que resulta particularmente nociva en el escenario del régimen presidencialista, toda vez que agudiza por partida doble el desbalance estructural preexistente en favor de los poderes del ejecutivo puesto que sus efectos, lejos de limitarse a la permanencia en el poder del gobernante de turno (mal de suyo ya suficientemente temible porque atenta contra el principio superior de alternancia en el poder y por el problema que plantea del “presidente-candidato” y su “gestión-campaña”), hacen nugatorios los contrapesos constitucionalmente establecidos para morigerar el desequilibrio que acusa el modelo, al darle vía libre al ejercicio desbordado del poder nominador presidencial para escoger las cabezas de los organismos que están llamados a controlarlo.
Tesis 3: La concepción democrática moderna no se agota en el mero hecho mayoritario en las urnas. La definición minimalista de Joseph Schumpeter (1942), tan exitosa durante la segunda mitad del siglo XX para hacer operacional la expansión global de una noción compleja, hoy se ve necesariamente enriquecida con nuevos requerimientos, a saber: equilibrio de poderes, mecanismos de mutuo control del poder, operatividad de los organismos de control del poder, principio de alternancia en el poder, derecho efectivo de oposición, absoluta libertad de prensa, entre otros. En caso contrario, por más que se realicen elecciones periódicas “libres” y pacíficas, se estará en presencia de lo que denomino “farsas mediático-democráticas”, verbigracia: Venezuela, Italia, Nicaragua y Colombia, si se aprueba la posibilidad de segunda reelección presidencial.
Tesis 4: Los límites materiales a la reforma de la Constitución son una conquista del constitucionalismo moderno. Una elaboración conceptual que busca proteger los principios fundadores de los regímenes políticos modernos, (y las sociedades que constituyen su sustrato) contra  los peligros de la personalización del poder y la  democracia plebiscitaria. Son un blindaje contra la paradoja y principal escollo que supone toda democracia y es que, “sin  atarse  las  manos,  el  pueblo  no  tendría  manos”  (Stephen Holmes, 1988)En otras palabras, estos límites buscan anteponer las instituciones al personalismo, proteger la “voluntad del pueblo” contra sus propios excesos, prevenir la “tiranía de las mayorías”, esa tiranía que, como paradigma estatal, se resume muy bien en la ya en Colombia tristemente célebre fórmula del “Estado de opinión”.
Tesis 5: El establecimiento de límites materiales a la reforma de la Constitución no es un capricho del constituyente o una veleidad jurisprudencial, sino que se apoya en sólidas razones de índole: (1)histórica: prevención de desastres totalitarios como el fascismo y el nacionalsocialismo; (2) lógica: necesaria distinción entre poder constituyente y constituido; y (3) política: evitar la “destrucción” (Carl Schmitt, 1928) o “fraude” constitucional, es decir, la realización de una  “revolución por lo alto” (Georges Burdeau, 1983), adelantada en las altas esferas gubernamentales, que modifique los cimientos del sistema democrático vigente sin consultar al poder soberano.
Tesis 6: Aunque los límites materiales a la reforma pueden establecerse en forma expresa dentro del articulado constitucional (cláusulas pétreas) ello no excluye que se puedan (y deban) deducir de la lógica del sistema constitucional en su conjunto, por vía jurisprudencial. Sin embargo, la experiencia histórica, y en especial la coyuntura latinoamericana, muestran que ambas técnicas, tanto la consagración positiva como el desarrollo jurisprudencial, se necesitan y complementan, pues separadamente no cumplen su cometido: las cláusulas pétreas requieren de interpretación y la deducción de límites materiales sin sustento positivo resulta problemática para el sistema de fuentes (caso colombiano). En otras palabras, tanto los límites materiales expresos como implícitos son partes necesarias de la “armadura” legal y jurisprudencial idónea para la salvaguardar la democracia.
Tesis 7: El esfuerzo de la Corte Constitucional colombiana por construir una línea jurisprudencial en favor de los límites materiales al poder de reforma, a pesar de la camisa de fuerza que le impone el artículo 241 de la Carta, que autoriza su revisión de los actos reformatorios de la Constitución pero “sólo por vicios de procedimiento”, se ha revelado ambiguo e insuficiente, toda vez que ya permitió la catástrofe institucional que significó la primera reelección presidencial y amenaza con facilitar la hecatombe democrática que significaría la aprobación de una segunda. Los complicados malabares interpretativos a que se ha visto abocado el alto tribunal para realizar un control material que positivamente le está prohibido, hacen patente la necesidad de una norma constitucional que establezca un elenco mínimo de principios y valores intocables por el poder de reforma, dentro del cual es prioritaria la inclusión de una cláusula que prohíba expresamente toda tentativa de reforma en favor de la extensión del período presidencial mediante reelección. Se trata de proteger, en forma frontal (expresa), el principio democrático esencial de la alternabilidad en la cúspide del poder ejecutivo y la separación y equilibrio de los poderes públicos, con una “armadura normativa” especialmente diseñada para la salvaguardia, entre otros valores fundadores, del sistema constitucional de pesos y contrapesos.
Tesis 8: El funcionamiento de las instituciones es indisociable del entorno político. De ahí que constituciones bien diseñadas puedan conducir a colapsos democráticos (Venezuela), en tanto que regímenes políticos con un diseño constitucional deficiente puedan resultar históricamente funcionales (Estados Unidos). Por lo tanto, el golpe de Estado que tuvo lugar el pasado 28 de junio en Honduras (un país que erige constitucionalmente el principio de alternabilidad presidencial como irreformable y por ende tipifica cualquier tentativa de reforma para permitir la reelección presidencial como delito de traición a la patria), antes que evidenciar la nocividad, inconveniencia o inutilidad de las cláusulas pétreas, lo que hace es resaltar la urgencia de su inclusión como mecanismo esencial para prevenir el “autoritarismo democrático” en América Latina, que  se incuba fundamentalmente en la posibilidad de reelección presidencial inmediata.


Gracias a la Revista Zero, edición 23, por la generosidad de permitir la publicación en Ius Politicum de este artículo, cuya única aspiración es contribuir con argumentos científicos a un debate de enorme trascendencia nacional, en el que por desgracia han primado el acaloramiento y la ligereza académica. Si usted se interesa por las implicaciones institucionales del referendo reeleccionista, no dude en descargar el documento íntegro aquí. Mi agradecimiento también para Jorge Iván Cuervo por las valiosas observaciones que le hizo al texto, las cuales contribuyeron a depurarlo antes de su publicación



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“El Hay Festival que quedó en el alma del 2009”. Crónica de Roberto Insignares.



La semana que comienza mañana es muy especial porque alberga el evento literario más importante del año en Colombia: el Hay Festival 2010. Desde ya empezamos a ambientar la quinta edición de esta fiesta literaria, con la crónica de mi amigo Roberto Insignares sobre la del año pasado, en “un intento por no dejar en el olvido excelentes momentos”. Y qué momentos.



“La literatura puede convertirse en la única prótesis para el dolor”. Con estas palabras de Alan Pauls en uno de los conversatorios que daba comienzo al Hay Festival, se daba inicio a una aventura de surrealismo que tuvo su punto de partida el jueves 29 de enero y tuvo su cierre en lo que a mí respecta el 1 de febrero.


La brisa fresca que respiré en el primer atardecer tirado en una hamaca en el Hotel Las Américas sería el preludio de una aventura que en un primer momento parecía teñirse de soledad, pero como en las buenas canciones fue entonando su melodía cuando de a poco me iba encontrando con cómplices de esta pasión en que suelen convertirse los libros, los cuales lograron apartar el poema de la soledad de un hombre enfrascado en un traje elegante que viajaba a La Heroica con una maleta llena de libros, unos cuadernos de apuntes y un dolor casi imperceptible que solo podía atisbarse si mirabas en detalle los contornos del alma que a veces se dibujan en la expresión.

Me he topado con Jorge Iván Cuervo, columnista y profesor del Externado con quien desde el inicio me fundo en un conversatorio largo y tedioso sobre autores, géneros y expectativas del evento cultural. A su lado, Sandra Olaya, amiga del alma en mi carrera de Derecho se funde en un abrazo para ratificar que no soy el único loco que deja la aventura de la cotidianidad para enfilarse al surrealismo de los escritos y en particular a la vida secreta de las palabras.


Ya en la noche en la sesión de Pauls escuchamos gratas reflexiones sobre el concepto de territorio en el escritor y me arriesgo a preguntar por la influencia de Roberto Bolaño en su obra. Ante mi  pregunta escucho al fondo el grito de un “Detective Salvaje”, Gonzalo Ramírez, profesor del Externado con quien no solo compartí en Madrid grandes experiencias, sino también en Bogotá en las correrías de mi cine club “Carpe Diem”. Al final del evento nos fundimos en un abrazo y me presenta a su novia Maestra en Literatura, quien de seguro está involucrando a Gonzalo con mayor profundidad en estos territorios tan ajenos al derecho, pero más sensibles a mi gusto.


Con paso de aventurero me topo con un par de estudiantes de la Facultad de Derecho que fungen como asistentes de reconocidos directores de revistas culturales, quienes me llevan a un concierto de inauguración de un grupo que a su juicio revolucionará la música. Se llama Asian Doub Foundation y hasta boleta de entrada debo pagar. Luego de escuchar un par de canciones, de conocer a Juan Carlos Garay el de “La nostalgia del melómano”, me doy cuenta que estoy demasiado viejo para este tipo de ritmos. Una suerte de fusión de Hip Hop, Reggae y no sé qué más. Esa noche decido dormirme temprano y en el segundo día me encuentro  con mis contertulios del avión en la  playa de mi hotel, con los cuales hablo un poco de la academia y disfruto de una mañana soleada con sabor a mar.

A mediodía salimos para “Olano”, el restaurante de la ciudad vieja donde disfrutamos de una langosta, muelitas de cangrejo y creo a decir verdad de demasiado vino blanco. En la mesa de al lado Diana Cure  (profesora de finanzas del Externado) y Margarita Posada (escritora de “Sin Título”), me demuestran el encanto de ver fundidas la inteligencia con la belleza. Nos enfrascamos en  una conversación y  como colofón reto a Jorge Iván a una competencia sobre las mejores fotos en esta estadía.


Al caer la tarde, con unos vinos blancos de más, nos refugiamos en la charla de Junot Díaz, la cual versa sobre el oficio del escritor y me gozo el desparpajo de este último premio Pulitzer quien ante una pregunta del público sobre lo satisfactorio que debe ser haber ganado tanto dinero y ser tan reconocido por el público, responde: “Si tú crees que es mucho dinero 6000 dólares por una novela que se escribió en 11 años, poco sabes de lo ingrato que desde el punto de vista económico puede ser este oficio”. Luego de dos o tres intervenciones, de fotos, firmada de libros y demás, nos agolpamos al frente del teatro Heredia y en esas me topo con mi mentor Julio Piza, a quien llevan directamente al aeropuerto luego de una conferencia de Martin Amis. Nos saludamos y es curioso ver cómo los que otrora fueran definidos como el Quijote y Sancho por otro profe de la Facultad, ya son algo así como amigos a la distancia.

En la tertulia del atardecer nos sentamos en las murallas, tomamos cerveza fría de esas que pican el paladar y luego algunos amigos se quedan en la noche de lectura de poesía. Yo por mi parte, me dirijo al Claustro de Santo Domingo donde me gozo el conversatorio de crónicas de inmersión que tiene a un chileno muy interesante, Christian Alarcón  y a Andrés Felipe Solano, quien como rolo se aventuró a vivir 6 meses con el salario mínimo en una comuna de Medellín trabajando en una fábrica. Su experiencia no es solo motivante sino también algo más que romántica cuando habla de sus relaciones personales y en particular de una carta de amor que una operaria le escribió, la cual no pudo responder como hubiera querido para no revelar su identidad.

El evento es muy bueno y ya al caer las 9 salgo para “Milas”, un restaurante donde están Sandra, Jorge Iván y un par de esos seres humanos que vale la pena conocer: Sonia y Diego. La primera trabajó con la UNICEF y se acaba de radicar en Cartagena, y Diego por su parte es fotógrafo profesional. La charla fluye como si nos conociéramos de hace años y terminamos hablando de Raúl Gómez Jattin, con quien Diego compartió de cerca. Hablamos de sus dolores, de sus poemas, de su amiga Tania Mendoza, de su paso como estudiante de Derecho del Externado, como fundador de su grupo de teatro y del desenlace trágico que tuvo ocurrencia en una calle de Cartagena. Al final, por el tono de la charla concluimos en silencio que de alguna forma somos un montón de “ángeles clandestinos” (como él llamaba a los amigos) que jugamos a entender al poeta.


Son casi las 11 y el cuerpo demanda rumba. Como en ”Qué viva la música” de Andrés Caicedo sentimos el “Bailabu conmigo anda” y nos dirigimos hacia “Havana”, ubicado en el sector de Getsemaní. En nuestro camino, con la brisa tiñendo la noche de esperanza, nos topamos con Marie-Ève Detueul, profesora de Finanzas del Externado, su esposo y otros amigos, como si todos nos hubiéramos puesto de acuerdo en un destino común. Parece que nuestro camino y el surrealismo que nos marca hubieran mandado un mensaje cifrado a estas almas que trepan la maleza de una noche estrellada.

Entramos y logramos una buena mesa a pesar de los empujones y del calor incesante. Se siente la rumba de la mano de Ron Havana Añejo. A nuestro lado, por una ridícula casualidad de esas que señaló Kundera, de nuevo Margarita Posada, Diana Cure  y un grupo de amigos. Luego de 2 horas somos un solo combo que canta en medio del sudor canciones salseras y contonea el cuerpo como queriendo decir “Aún estamos vivos”. Bailamos, nos gozamos la noche y a eso de las 2 AM me encuentro con José Flórez, un alumno mío de hace como 5 años que termina su doctorado en París. Está con su primo Jaime Espinal, quien es escritor y publicará en abril “No es una historia de amor”. Ya con vino blanco, cerveza y ron, los abrazo y nos ponemos a evocar la docencia, los lugares escondidos de la literatura. En esas un mexicano literato se une a nosotros y ya esto toma fuerza como ratificación de la globalización. Hablamos del real visceralismo, de Octavio Paz, de Volpi, etc.


Y la rumba sigue. Ya a las 5 somos como 30. Llega la farándula literaria criolla y converso con Marianne Ponsford, la directora de Arcadia, con Alejandro Santos, director de Semana, con María Jimena Duzán, Diego León Hoyos etc.; todos con la salsa al cuello. Nos reímos y creo poder jurar que gracias a Dios no se hablará de seguridad democrática o de deflación, por lo cual no se han dado mensajes de autoridad, ni diminutivos de bobo, solo una suerte de anarquía sentimental que ha confluido en los recovecos de una noche de rumba.


Son las 6 AM y ya es hora de volver al hotel. Pierdo mi Blackberry (gracias a Dios), y me fundo en un sueño muy corto porque al día siguiente tenemos sancocho donde Sonia y Diego. Al almuerzo están invitados Oscar, un fotógrafo que ha recorrido muchas guerras y que en la actualidad trabaja con la Revista Caras, Amelia, una peruana de una dulzura imperdonable que estuvo en el destape de Montesinos en la época de Fujimori. Así mismo, está Eloísa, una argentina arquitecta quien ha trabajado también con la UNICEF y quien por estos días está de visita en Colombia, con su hija, una porteñita de 18 años con unos ojos plagados de esperanza.

La charla y el sancocho son algo más que deliciosos y hablamos algo de política y de las labores aventureras de nuestro amigo el fotógrafo. Ya al caer la tarde decidimos salir para escuchar la disertación de Martin Amis en el Teatro Heredia y quedamos más que magnetizados con la profundidad de sus reflexiones, y en particular me llega de cerca una experiencia que cita con Saúl Bellow,  ese otro escritor que se convirtió en un icono de su generación y que todavía hoy con sus luces se proyecta en muchas más plumas de las que uno inicialmente cree. Hay en particular evocaciones duras como aquellas palabras de Bellow en su lecho de muerte, quien cito que lo único que importaba al final era saber cómo nos había ido con las mujeres y era muy duro morir con el corazón roto. Él que se casó 5 veces debía saber de qué hablaba y creo que en últimas la vida de cualquier artista está enmarcada por cierta dosis de sufrimiento, la cual es inescindible a su naturaleza.

Luego de Amis la cola del teatro es inmensa y todos se preparan para la llegada de Fernando Vallejo, tal vez el personaje más controvertido y que mayor apetito intelectual despierta en los asistentes. Vallejo entra cabizbajo, se sienta en una silla y con los ojos cerrados al mejor estilo una obra de Rodin da lugar a una disquisición sobre los crímenes del cristianismo a lo largo de la historia. Sorprende de entrada la documentación y el rigor investigativo que acompaña cada uno de sus comentarios. No se trata de una apología del resentimiento. Todo lo contrario, se trata de sucesos tales como las cruzadas, la persecución de los judíos y apoyo al nazismo y la reciente pedofilia que fuera descubierta a las puertas del Vaticano. El lenguaje y las citas de Vallejo son fuertes e irresistibles para muchas personas entradas en años que creo nunca lo han leído y menos saben qué esperar. Pero lo más curioso de todo como lo señala hoy la coletilla de la columna de Jorge Iván, que algunos de éstos no se ausentaron del recinto cuando se habló mal del cristianismo sino cuando se tocó a  Uribe, como si la égida de este personaje estuviera por encima de cualquier consideración religiosa. Esto me llama mucho la atención y me convence de que el ídolo y su maquinaría están muy bien cimentados y han encontrado suficiente eco en distintos sectores de la sociedad.

Ya en la noche la rumba sigue esta vez en Areito, un bar de salsa donde disfrutamos de la mejor música y sacamos fuerzas de donde no tenemos para bailar y hacer una especial sesión fotográfica con algunos iconos que adornan el lugar. En particular, una foto de Obama nos da esperanza y decidimos tomarlo como eje para nuestra aparición y proyección. Con el baile y la buena conversación las horas de la madrugada van alumbrando y anuncian que detrás del Hay Festival hay un halo de melancolía por lo que quisimos y no tuvimos. Son acaso las 6 de la mañana y me regocijo con el atardecer. Al llegar al hotel solo tengo tiempo para hacer mi maleta, pagar la cuenta, salir al aeropuerto y tomar el vuelo que me conduce a Bogotá.


En el avión cierro los ojos y recuerdo con gratitud todos estos momentos. Entiendo que todas las frases que dijimos llevan escondido algún tipo de silencio y que el aterrizaje a Bogotá me transfiere de nuevo a la realidad. Es como si llegará a través de un túnel donde la única luz visible es la esperanza de darme cuenta que así sea por 4 días no estoy tan solo en el mundo, dado que más allá de mi soledad y la de tantos otros existe un mundo que no nos pertenece, ese que se palpa en los libros, esa especie de Neverland al que nos dirigimos con nuestra fascinación cuando algún personaje nos cautiva, cuando sentimos, lloramos, bailamos y antes que nada entendemos que como dijo Pauls los libros pueden ser la mejor prótesis para el dolor.

La mañana es brumosa, el vecindario de mi  barrio se matiza algo gris y mis tristezas me esperan, las saco de la caja en las que decidí esconderlas en esta aventura, me recuesto en mi cama y al son de Sparring Partner, la canción del baile de 5 X 2, me duermo en un sueño leve en el cual se siente una mariposa que como en el libro suele perderse de la escafandra que a veces llevamos dentro.



Roberto Insignares
Bogotá, febrero 6 de 2009

23 ene 2010

¿Para qué crear un blog?




Ayer que hice el release de Ius Politicum, el día me trajo varias sorpresas, unas muy satisfactorias, como la visita de un entrañable amigo de Rusia, de Novosibirsk para ser más exactos, que me hizo pensar en las increíbles posibilidades que tiene la navegación metódica e informada en Internet. Supongo que éste podría considerarse como “just the beginning of a long friendship” con mi nuevo amigo "novosibirskiano" (?) quien, sin lugar a dudas, aterrizó en el site atraído por la entrada de inauguración (Acta de Nacimiento) y las reflexiones que allí se hacen en torno a la inter, la multi y la transdisciplinariedad, que tanto necesita Vladimir Putin en este momento para “disciplinar” mejor a su mascota Medvedev, o  algo similar.


Y otras sorpresas algo inquietantes como la pregunta de una amiga: ¿para qué te sometes al “suplicio” de escribir y alimentar todos los días un blog?, ¿acaso no tienes ya suficiente con el fardo de tu tesis doctoral? Pues bien, como justificar y justificarse es uno de los deportes más practicados en el mundo, y como lo que empieza mal termina mal y lo que empieza bien también suele terminar muy mal, pero por lo menos empezó bien; y como “árbol que crece torcido no hay quien lo enderece” y el que crece derecho es aún más probable que se tuerza (porque lo torcido, torcido ya está), y como, en fin, tengo problemas con la “sabiduría” en general,  pero con la “popular” en particular… Lo que quiero decir es que quiero (interesante construcción) arrancar bien el segundo día de vida de mi blog, escribiendo algún post, por trivial que parezca. Voy entonces a exponer someramente las “razones” fundamentales por las cuales uno se inventa un blog.



Uno crea un blog:





1.    Para poder escribir en algún momento un post explicando para qué crear un blog.
2.    Para volverse un ocho instalando en él gadgets ultrasofisticados que monitorean las visitas internacionales y lo ponen luego a descifrar gentilicios de los lugares más remotos del planeta (¿novosibirskiense?, ¿novosibirskeño?)
3.    Para cultivar el sagrado vicio de escribir.
4.    Y también para “pulirlo”, si la naturaleza y el medio ambiente lo permiten. Es decir, a ver si algún día llega a escribir, a pesar de ser abogado, algo decente: “Nada es suficientemente importante para que no importe como está escrito” (Nicolás Gomez Dávila, Sucesivos Escolios).
5.    Para dar de qué hablar. Soy un hombre generoso. Me gusta “dar”.
6.    “Para que me quieran más mis amigos”. Ah no, verdad que eso lo dijo fue Gabo cuando le preguntaron para qué escribía. Tan tierno Gabo, ya senil.
7.    Para que los enemigos lo odien más. Seguro alguien ya lo dijo también.
8.    Para crear una base de datos personal y pública de los “oasis” y “pozos sépticos” (próxima “sección” a crearse) virtuales que uno visita a diario para informarse.
9.    Para “exhibirse”, es decir, “por exhibicionista”, claro.
10.Para por fin figurar en el catálogo internacional de algo. Como por ejemplo el Catálogo Internacional de Blawgs.
11.Para que todo el mundo lo lea pero nadie le comente los posts.
12.Para ofender a unos y hacer reír a otros.
13.Para “luchar contra el sistema opresor”.
14.Para divertirse, por supuesto.
16.Para hacerse a un amplio catálogo de amigos (y enemigos) virtuales, porque los reales se vuelven aburridos.
17.Para neutralizar el ostracismo intelectual en que se puede convertir un proyecto doctoral. Llevo cinco años por fuera del país, los dos últimos inmerso en el proceso de construcción de una problemática y un plan de tesis, y recientemente en el de su redacción, algo para mí muy similar a la escritura de una “novela”, salvo que bajo rituales muy especiales, los de una “novela científica”, que es lo que en últimas viene a ser una buena tesis. En suma, pienso que hay dos formas de hacer una tesis doctoral: la primera es  encerrándose en la biblioteca con los demás ratones y un arrume infinito de libros y artículos hasta lograr “crear” o “descubrir” algo, en un proceso cerrado y casi mágico; o incluso sin libro alguno, metodología tal vez reservada para grandes genios como Nietzsche, que se preciaba de no rodearse de nada ni nadie en épocas de profundo trabajo: “Hay que evitar en lo posible el azar, el estímulo venido de fuera; un como emparedarse dentro de sí forma parte de las primeras corduras instintivas del embarazo espiritual. ¿Permitiré que un pensamiento extraño escale secretamente la pared? Y esto es lo que significaría, en efecto, leer... “ (Ecce Homo). Y la segunda es “abriéndose” a diversas influencias y actores, en un modelo de aprendizaje y trabajo colaborativo cercano al que rige varios proyectos globales actuales de importancia (Wikipedia, Open Source Software, análisis de políticas públicas, etc.) para enriquecerse por medio de la intersubjetividad y la intertextualidad, la crítica y las opiniones de otros. Así pues que “me les abro”, no para irme, sino para que me den feedback sobre lo que sea que pueda resultar útil en mi investigación sobre los procesos de “Parlamentarización y racionalización de los regímenes políticos latinoamericanos”. 




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