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2 ago 2010

Adiós al zurriago

La agenda diplomática del Presidente electo es hasta ahora un acierto, que contrasta con el camorrero analfabetismo diplomático de Uribe.

La agenda diplomática que empieza a perfilar el Presidente electo es hasta ahora un total acierto que contrasta con el ridículo ejercicio internacional del insulto y la falta de tacto que tuvimos que padecer durante los últimos ocho años de camorrero analfabetismo diplomático. En ese período, Colombia se convirtió en la oveja negra del vecindario, experta en casar peleas innecesarias y víctima económica y comercial de la iracundia de su Jefe de Estado.

Álvaro Uribe nunca manejó el concepto de diplomacia. Lo que denominó “estilo frentero” no fue otra cosa que la negación sistemática de las formas institucionales forjadas por años de historia de relaciones entre los Estados modernos, básicamente con el imperioso objetivo de evitar guerras. ¿Se imaginan ustedes una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU bien “frentera”, donde todos se dijeran valientes verdades? Por supuesto: al día siguiente ya habría estallado la Tercera Guerra Mundial.

Antes de la segunda vuelta presidencial, algunos pensamos que teniendo en cuenta la rivalidad entre Hugo Chávez y Juan Manuel Santos, un gobierno de este último representaría una amenaza aún peor que Uribe para las deterioradas relaciones bilaterales. Es justo advertir que esa hipótesis fue desvirtuada por los recientes gestos del Presidente electo.

Sin haberse posesionado, Juan Manuel Santos ya empezó a recuperar la noción de diplomacia para Colombia. Primero reivindicó a la doctora Holguín, destinándola a dirigir la cartera diplomática después de que tuvo la dignidad de renunciar a una embajada cuando el gobierno de Uribe redujo la Cancillería a caja menor de favores políticos. Luego, con su gira por Europa, mostró que sus ambiciones en materia internacional son grandes. En desarrollo de las mismas, inició gestiones para incorporar el país al grupo de élite económica de la OCDE.

Además, desde el momento de su elección, Santos ha querido bajarle la temperatura a las deterioradas relaciones con Ecuador y Venezuela, invitando al diálogo y a su ceremonia de posesión a sus respectivos presidentes. Sin embargo, la ira que estas muestras de buena voluntad produjeron en el actual gobierno no tardó en manifestarse. En forma irresponsable e inoportuna, se exhiben “nuevas pruebas” de una verdad vieja: que Venezuela es la retaguardia de las FARC. Por fortuna, a pesar de las provocaciones de su antiguo (y ahora resentido) mentor, Santos guarda silencio y se niega, en forma absolutamente inteligente, a exacerbar los ánimos de un conflicto que no es el suyo.

Por su parte, los uribistas irrestrictos (increíble, pero aún existen) arden en ira santa sintonizados con su líder en las arengas para sabotear la incipiente diplomacia y ubicar al gobierno entrante en posición de enemistad fronteriza. Nueva muestra de que Uribe pone su arrogancia por encima de los intereses nacionales.

Y es que lo que el señor Presidente llama posiciones “hipócritas” y “melifluas” es, justamente, lo que necesita el país. Algo realmente elemental para quien entiende algo de diplomacia puesto que ella es en buena medida eso: la institucionalización internacional de la hipocresía entre Estados. La “canalización”, si se quiere, de la ira y arrogancia de sus jefes mediante el diálogo, para evitar baños masivos de sangre.

Que Hugo Chávez es el peor vecino concebible, todos lo sabemos. Que tiene en la ruina a su país, que no ahorra beligerancias para oxigenar a punta de miedo su precaria popularidad y que simpatiza con la guerrilla colombiana, también es una verdad a gritos. Pero, igualmente, es el Presidente democráticamente elegido de la hermana república, nuestro principal socio comercial en la región.

Nadie adivinó el increíble escenario al que asistimos en este momento, con Uribe convertido en el jefe prematuro de la oposición a Santos. Lo cual, por lo demás, no era tan difícil de prever dado que la “unidad nacional” resultaba a todas luces incompatible con un Presidente cuya vocación es dividir. Pero, al contrario de lo que pronosticó el columnista Felipe Zuleta, esto no ocurrió en virtud de la traición del último (no se puede considerar “traición” la mera actitud de conducirse con acierto) sino del desespero del primero al darse cuenta de lo que no creía posible: el hecho de que en dos semanas ya no tendrá el poder ni siquiera por interpuesta persona, pues se equivocó al elegir su candidato a títere. Situación cuyas consecuencias resultan angustiantes ahora que empezaron a aparecer, por boca del ex director de inteligencia del DAS, Fernando Tabares, las pruebas que comprometen directamente al saliente mandatario con las chuzadas.

Hay una película que todos los partidarios de la “diplomacia uribista” (menudo oxímoron) deberían ver para interiorizar y entender por fin el juego de la diplomacia. Se llama “Siete años en el Tíbet” y trae una cita inolvidable: "Cuando no tienes fuerzas para pelear, debes abrazar a tu enemigo. Con los brazos ocupados, no puede usar un arma".

3 Comments:

Billy Rendón said...

Hola Jose..

Bueno, este comentario se basa en tu columna de Revista SEMANA sobre las Corridas de toros.
Al final de tu artìculo, te vas "lanza en ristre" contra algunas cuestiones que aùn suscitan polèmica en nuestra sociedad. La mayorìa de tus argumentos los entiendo, pero me gustarìa que profundizaras un poco en la cuestiòn de los homosexuales.
Entiendo que, como ciudadanos, tengan derecho las mismas oportunidades que todos los demàs. Sin embargo, ¿hasta que punto se verìa perturbada la formaciòn de los seres humanos al no estar en manos de una pareja mujer-hombre?, ¿hasta que punto se han de permitir o tolerar estos avances? De hecho, esto da pie para que travestis y otros grupos empiecen a exigir sus derechos, asì que, si partimos del hecho de que el bien comùn debe primar sobre el particular, ¿no se estarà arriesgando la "armonía" del genero humano al permitir estas cuestiones?.
De hecho, me gustarìa que iluminaras tu respuesta con ejemplos, observaciones personales (que varias has de tener al conocer "más mundo") o fundamentos cientìficos que las respalden.

Mil gracias..

Billy

KSoze said...

lo peor fue ver al periodista de NT24 - RCN increpando a HUgo Chávez. De milagro se salvó de un merecido sopetón

José Fernando Flórez said...

Hola William,
Discúlpame la tardanza en responder a tu comentario, andaba bien embolatado. Sobre la adopción por parejas homosexuales, el argumento esencial del tribunal brasilero, y en general de todos los que estamos a favor, es que no existe un sólo estudio científico que demuestre que ser criado en un ambiente homosexual perjudica el desarrollo del niño.
Ahora, en caso de demostrarse por algún estudio posterior, por ejemplo que, efectivamente, los niños educados por familias homosexuales tienen mayor tendencia a serlo ellos mismos, te formulo la siguiente pregunta, desde mi plena aceptación de la opción sexual de cada uno: ¿y qué?

Saludos.